Durante la
historia, varios críticos de arte nos han mostrado sus diferentes visiones y
puntos de vista sobre la fotografía. Hoy no me toca a mí opinar; sino a ellos.
Rosalind Krauss,
famosa crítica de arte estadounidense, escritora del legendario libro “La
originalidad de la vanguardia y otros mitos modernos”; establece sus
propias teorías y pensamientos acerca del tema fotográfico. Concretamente, en
el capítulo denominado “ Notas sobre el
índice (parte 2) “; apunta que la fotografía depende del mundo que le rodea
para crear imágenes. Posteriormente, realiza una distinción entre ésta y la
pintura abstracta exponiendo que la fotografía se ha convertido en el modelo
operativo de la abstracción; es decir, la fotografía como medio de la creación
abstracta. Como bien dice el título del capítulo, ella se centra en el “índice”; el índice lo explica como el
signo que se presenta como manifestación física de la causa. Es decir, un
índice pueden ser las huellas, las improntas y los indicios. Para Rosalind
Krauss, la fotografía es un índice. Con
lo cual, la fotografía al considerarse como una huella o marca; necesita un por
qué, una explicación ( lo que Rosalind Krauss denomina un discurso
suplementario), un lenguaje; quizás un texto, para indagar y saber que es lo
que expresa, lo que define. En resumen, la fotografía se limita a registrar la situación
en el mundo.
En este
capítulo, Rosalind Krauss realiza una pequeña anotación incluyendo la figura de
C.S Peirce ( fundador del pragmatismo y el padre de la semiótica moderna); él
expone esta frase tan interesante acerca de la fotografía: “ las fotografías instantáneas
son muy instructivas porque son exactamente iguales a los objetos que
representan”. Captan el momento único, el INSTANTE; son una
correspondencia exacta con la naturaleza de la circunstancia. En las
fotografías instantáneas, no parece existir el recuerdo, el olvido, el pasado;
existe el ahora etéreo.
Posteriormente,
Roland Barthes ( ensayista, semiólogo
francés y escritor de“La cámara lúcida:
nota sobre la fotografía”) y su “message sans code”; mensaje sin
código. Expone que lo incodificable está por naturaleza inseparablemente unido
a la fotografía; la naturaleza no codificada de la imagen fotográfica. El medio
es el mensaje, el contexto. Literalmente, para Barthes “la fotografía implica
un cierto desplazamiento de la escena (
recorte, reducción, aplanamiento); lo que produce una pérdida de
equivalencia y la imposición de una cuasi-identidad. Por lo que yo entiendo, cuando
nos disponemos a realizar una fotografía; elegimos lo que queremos capturar,
por lo tanto escogemos y recortamos la escena, la realidad. Esto produce una
reducción del campo de visión y de la información que nos ofrece la realidad
del mundo que nos rodea. Por último, el aplanamiento se debe al resultado en
papel de la realidad capturada; una pérdida de bidimensionalidad; es engañosa.
Por otro lado,
la fotografía nos lleva al punto en el cual debemos saber que ésta es la
representación icónica de un objeto y que ha comenzado a sustituir a la
representación artística; así pues la fotografía puede usarse como una
disciplina artística y también para documentar un tipo de arte que pueda ser
perecedero como el Body art o la performance.
Como
consecuencia, la fotografía es el producto en papel del orden del mundo
natural; y la cualidad que tiene la fotografía como huella le otorga ese
carácter documental, ese carácter verdadero. Percibe, capta y encierra la
realidad. Para Rosalind Krauss, el tejido que envuelve y conecta la fotografía
es el propio mundo.
Para terminar,
Krauss nos ofrece en el análisis de este capítulo una “paradoja fotográfica”; la
fotografía siempre centrifuga su propio significado. Y como dice el refrán: “
una imagen vale más que mil palabras”; yo diría que lo que Rosalind Krauss nos
quiere explicar es que ambas se necesitan y se complementan, el texto se
convierte en pura imagen.
Sin lugar a
duda, la fotografía es en la actualidad uno de los medios más importantes de
expresión; Walter Benjamin decía: “no el que ignore la escritura, sino el que ignore la fotografía,
será el analfabeto del futuro”. Esta frase, sin duda resume lo
citado en los párrafos anteriores.
Rematando, citando algunos de los pensamientos de
Charles Baudelaire acerca de la fotografía; rechazando ésta como forma extraña
de creación. La fotografía considerada como un medio artísticamente
insuficiente y la imagen fotográfica como una copia mecánica. Una reproducción
de la naturaleza infiel e imparcial. Como decía Barthes, una imitación engañosa
del mundo que nos rodea.
En mi opinión, como amante de la fotografía; me
encanta como ésta retiene mis momentos, mis vivencias, mi entorno. Es cierto,
que lo que queda en el papel no es el reflejo mismo de la realidad; pero no por
ello me parece un engaño, ya que la realidad no ha de quedar del todo plasmada
en ese papel sino en tu interior. Es el mejor mecanismo de atrapar lo nuestro,
nuestro mundo.
La fotografía como ese imán, esa red que encarcela la
verdad.
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